Perla Dorada

Cada talismán conecta con una intención y una energía particular. El correcto es aquel que resuena contigo, con tu historia y lo que deseas atraer.

Algunas personas sienten conexión inmediata, otras con el tiempo. Lo importante es la intención que pongas y cómo lo empoderes con tu energía.

Trátalo como un objeto sagrado: guárdalo en un lugar especial, límpialo con suavidad y recárgalo en momentos que te conecten (por ejemplo, durante una meditación o a la luz de la luna).

Un talismán regalado lleva la energía de quien lo obsequió y se convierte en un símbolo de ese vínculo. Puedes añadirle tu propia intención con el ritual de empoderamiento.